Pon en un bol el azúcar y la levadura con 2 cucharadas de harina. Añade un poco de agua tibia. Remueve hasta que se mezcle todo bien y deja reposar 10 minutos.
Ve mezclando en un bol la sal y la harina mientras vas añadiendo el agua y el aceite, y por último, la mezcla de la levadura anterior.
Amasa todo bien entre 8 y 10 minutos.
Coloca la masa en un recipiente untado con aceite de oliva.
Tapa con un paño seco para dejar fermentar durante 45 minutos.
Divide la masa en porciones del tamaño que prefieras y deja fermentar 30 minutos.
Coloca las porciones sobre papel de horno e introduce en la freidora para su cocinado durante 20 minutos. Amplía el tiempo si lo consideras necesario.